La experiencia que he ido asociando a una realidad ecológica, sistémica e histórica, por ejemplo, mi experiencia familiar, me ha permitido alcanzar una lectura de segundo orden respecto del fenómeno que significa vivenciar y ser permeable a la herencia patriarcal. Actualmente, percibo atribuciones significativas sobre mi contexto familiar, en el cual la hetero-norma, configuró nuestras identidades, sus vicios y barahundas. Me dicen Piure, tengo 24 años, vivo en Quilpué. Wallmapu. actualmente curso el 7to semestre en la carrera de Psicología. UPLA. No puedo serle indiferente a la agitación simbólica que es el contexto universitario que vivencio. La demanda violenta y en desmedro de las variables contextuales, tensionan las redes sociales que allí suceden. Me siento muy identificado con lxs auxiliares en su sentimiento de impotencia por ser ellxs quienes deban reparar y limpiar la infraestructura de la Universidad, en donde estudiamos para intervenir de maneras otras el Patriarcado, manifestado en sus diversas formas; ahora bien, si somos diversxs, seamos coherentes frente a actitudes que nos violentan. No caigan en el sueño del oprimide. No sean opresorxs de la comunidad universitaria, que ya bien lxs auxiliares, con quienes me he retroalimentado bajo vínculos que llegaron a ser bastante fraternos y de cooperación mutua, me describen bajo nociones pacíficas , autogestión y relación con los espacios comunitarios.
Reconocer y reintegrar nuestras relaciones sociales que conforman la comunidad de nuestra red de personas con las cuales nos retroalimentamos, significa entonces el despojo de símbolos que expresen la hetero-norma, que es sinónimo de opresión. La cual, en una de sus tantas acciones concretas, se puede apreciar en el sitting. En lxs encapuchadxs. En quienes desean quemar aquello que les perturbar y no lograr tolerar. Intolerantes. Por de pronto, se alcanza a leer una paradoja que está ligada a una lectura unilateral y descontextualizada que aquel nodo, usualmente conocido por “sittin”, provoca en la comunidad universitaria, la cual se ve fuertemente involucrada con su accionar.
Como conclusión sostengo que aquellos nodos sociales que emergen en función de una ideología política bajo el nombre del fomento al movimiento apolítico, particularmente llamado así durante la toma del año 2018, cae en una escalada simétrica, que conlleva a la desintegración del contexto comunidad-universidad y las redes y los recursos que ello compromete. Ahora bien, digo que en la manera de que dejemos de plantearnos a nosotrxs mismxs en oposición al otrx, de definirnos aislados de nuestras relaciones y experiencias vitales, podremos describir nuestra identidad de manera más rica y con ello leer la realidad de manera ecológica, sistémica e histórica, para así emprender nuestra praxis en comunidad.
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